Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Depresión
La depresión es un concepto ampliamente utilizado por toda la población, y todos tenemos una idea de en qué consiste.
La depresión, como trastorno, se engloba dentro del grupo de los trastornos del estado de ánimo. Los tipos y la sintomatología asociada varían de un caso a otro, pero en general la depresión se puede relacionar con sentimientos de tristeza, pesimismo, culpa, desesperanza, irritabilidad, pérdida de interés en actividades que antes sí se disfrutaban, dificultad para concentrarse y/o tomar decisiones, problemas de sueño y/o alimentación, malestar físico (dolores de cabeza, problemas digestivos, etc.), e incluso ideación suicida.
La mayoría de estos síntomas son situaciones que todos vivimos en mayor o menor medida a lo largo de nuestra vida, son sentimientos pasajeros, que desaparecen en unos días. Por ejemplo, todos nos hemos sentido tristes en alguna ocasión, pero solo podemos afirmar que existe un trastorno cuando, al aparecer varios de estos síntomas, no somos capaces de adaptarnos a nuestro estilo de vida habitual, es decir, interfieren en el funcionamiento de nuestra vida social, personal y/o laboral.
Los síntomas depresivos pueden aparecer en relación con alguna enfermedad de origen orgánico como cáncer, problemas cardíacos, demencias, diabetes, etc. O conjuntamente con otras alteraciones psicológicas como adicciones, ansiedad, estrés postraumático o duelos mal elaborados.
Además, los traumas, la pérdida de un ser querido, problemas de relación, o cualquier situación estresante puede provocar un episodio de depresión.
¿QUÉ HAGO SI ME SIENTO DEPRIMIDO?
La depresión, aun en los casos más graves, es un trastorno altamente tratable. En los tratamientos psicológicos, los cuadros que suelen tener un mejor pronóstico son aquellos que no llevan mucho tiempo de evolución y la intervención psicológica se inicia más temprano. Así el tratamiento suele ser más rápido, más eficaz y con menos probabilidades de “recaídas”.
Al igual que en otros muchos problemas psicológicos, cuando se inician los síntomas y el sujeto percibe un malestar del que no puede deshacerse, es recomendable acudir a su médico para descartar la existencia de algún problema de salud física que pueda explicar los síntomas. Si tras la exploración adecuada no se encuentra ninguna condición médica que se relacione con los síntomas, se suele contemplar la hipótesis de que sean de origen psicológico, por lo que sería pertinente acudir a un psicólogo para que valore su caso.
En Decide Psicología tratamos la depresión con la terapia cognitivo-conductual, que es una de las psicoterapias adecuadas para esta problemática y con EMDR, si se considera útil para el caso. Se trabaja con las personas para modificar los estilos negativos de pensamiento y comportamientos que subyacen a la depresión. Se valoran las dificultades que presenta la persona para adaptarse a su entorno y trabajamos en potenciar aquellos recursos personales que pueden ayudar a la superación de los síntomas y dificultades.
Contacta con nosotras si crees que te encuentras en esta situación, te ofreceremos opciones que te ayudarán a aliviar tu malestar. Recuerda agendar la primera sesión de información y asesoramiento. Necesaria Cita Previa