Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Embaraza2
Es indiscutible que durante el embarazo el papel protagonista es el de la mujer que está gestando, pero no podemos por ello dejar de lado la figura de la pareja de esa mujer.
Aunque podríamos pensar que, desde el punto de vista biológico, el papel de la pareja de una mujer embarazada a lo largo de los nueve meses de gestación es irrelevante, desde un punto de vista personal, familiar y social sí que juega un papel muy importante. Tu papel es cuidar de la mujer embarazada y del futuro bebé. Y si tenéis más hijos, tu labor será crucial en su cuidado durante el embarazo y cuando nazca el bebé. Tu implicación durante el embarazo, tu presencia y tu apoyo pueden marcar la diferencia en cuanto a la vivencia que tu pareja tenga de todo el proceso.
El embarazo es, generalmente, un periodo de reflexión para ambos, donde cada cual valora cómo quiere desempeñar su nuevo rol. Se rememora la infancia vivida, se revisan los vínculos afectivos, la relación con la propia familia… Cada miembro de la pareja recordará la figura de sus propios padres, identificándose con su propio padre o madre, evaluando los aspectos positivos de su infancia, qué elementos de la relación con sus padres quiere poner en marcha en la relación con su futuro hijo o hija y cuáles querrá plantear de un modo distinto.
Para quien no vive el embarazo “en sus propias carnes”, ésta puede ser una época compleja: no estás viviendo los cambios físicos ni hormonales que experimenta la mujer embarazada, no sufres las molestias que suele conllevar un embarazo, pero tampoco puedes percibir en primera persona una vida creciendo dentro de ti, con todos los sentimientos que ello conlleva.
En el primer trimestre los sentimientos de ambivalencia de los que hablábamos en el caso de la mujer gestante se producirán también respecto a su pareja: el miedo a ese probable cambio de vida, el deseo de desempeñar bien tu papel, la preocupación por la salud del bebé y de la madre, la alegría por el próximo nacimiento, la inseguridad de no saber si todo irá bien…
Durante el segundo trimestre la llegada del bebé será cada vez una realidad más tangible; podrás verle en las ecografías, sabrás si será niño o niña y haréis planes sobre el futuro. Seguro que continúan tus preocupaciones sobre su salud o sobre cómo afrontarás este importante cambio, pero al ser un periodo en el que la embarazada se siente más tranquila y fuerte, podréis disfrutar del embarazo, de hacer planes o de preparar vuestra vida para la llegada del bebé.
También es posible que en algunos momentos te sientas en un segundo plano o incluso tengas celos al pensar que tu pareja no te está prestando la misma atención o que sólo está preocupada por lo relacionado con su embarazo. Por todo esto es fundamental mantener una buena comunicación, y compartir los preparativos de la llegada de vuestro hijo o hija. Cuando existe una pareja compartir las emociones y decisiones será beneficioso ya que ser padres es cosa de dos.
En el tercer trimestre tu papel es fundamental. La futura madre se sentirá, posiblemente, muy pesada y molesta, pueden aparecer miedos relacionados con los dolores del parto y el nacimiento del bebé. Por eso tu apoyo es crucial; tenerte a su lado le dará seguridad para enfrentarse al parto y al cuidado del bebé en los primeros días.
A continuación vamos a dar algunas ideas que podrás poner en práctica para vivir el embarazo de tu pareja de forma activa, involucrarte y sentirte parte de todo el proceso:
- Empieza a implicarte en la paternidad antes del nacimiento: acompañar a tu pareja a las consultas prenatales o preconcepcionales te ayudarán a vivir el proceso de cerca, a resolver tus dudas y además, tu pareja se sentirá más segura y apoyada. No dudes en preguntar en la consulta aquello que te preocupe o que no entiendas, por ejemplo, pedir que te expliquen qué es lo que estás viendo en las ecografías, eso te permitirá disfrutarlo realmente y sentir a tu bebé como algo más real. A partir de la semana 26, aproximadamente, podrás notar fácilmente al bebé en el abdomen de tu pareja.
- Busca información y aprende: Artículos de revistas, libros, la televisión, aquellos que ya tienen bebés, amistades, familiares, páginas de internet… A tu alrededor encontrarás gran cantidad de fuentes de información que te ayudarán a acercarte a la experiencia del embarazo: qué se siente, cómo se desarrolla el bebé o cómo preparar vuestro hogar. Y siempre que tengas dudas, pide ayuda profesional: profesionales de la medicina, matronas, etc.
- Planifica: es conveniente que organicéis con antelación los cambios que necesitará vuestro hogar tanto para la llegada del bebé como para hacer del embarazo un periodo lo más cómodo posible. Anticiparse y organizar estos cambios también os permitirá hacer un uso adecuado de los recursos económicos con los que contáis, porque los gastos se dispararán de ahora en adelante y las prisas en este caso son malas consejeras: la anticipación os permitirá comparar precios y “comprar con cabeza”, así como aprovechar las “donaciones” que seguramente os harán la familia y vuestras amistades.
- Hazte presente como pareja: No olvides que el embarazo supone un periodo de importantes cambios en la mujer, tanto a nivel físico como emocional. Las variaciones en los niveles hormonales pueden generar cambios en el comportamiento y los afectos; quizá se sientan tristes, otras veces eufóricas, desorganizadas, angustiadas o más susceptibles. Intenta ser paciente y trata de entender a tu pareja, haciéndole saber que estás ahí. Para que tu pareja se sienta apoyada en todo momento, tiene que sentirte cerca y contar contigo. No necesitará que estés todo el día con ella, pero necesita saberse querida, entendida y apoyada.
- Apoya a tu pareja para que lleve una vida saludable: ayúdala en su intento por limitar los hábitos inadecuados (alcohol, tabaco, drogas, mala alimentación, etc.). Recuérdale que es importante que acuda a las revisiones programadas y que siga las pautas que os hayan recomendado. Como una forma de compartir el embarazo y mostrar tu implicación, puedes aprovechar para reducir tú también el consumo de alcohol y tabaco, llevar una alimentación más saludable o hacer algún ejercicio suave con ella (como salir a caminar).
No dejes de lado la sexualidad: si no hay contraindicaciones médicas, la sexualidad puede continuar durante todo el embarazo si así lo deseáis. Puede que tu pareja sienta cierto rechazo hacia el sexo, debido a las molestias del embarazo, al cansancio o a la ausencia de deseo sexual; también puede ser que suceda lo contrario, que exista un aumento de deseo sexual por su parte y que sin embargo tú tengas ciertas reticencias por miedo a hacer daño al bebé: no temas, no le pasará nada si el embarazo transcurre con normalidad. La mejor vía para llegar a un acuerdo es hablarlo abiertamente, comprender al otro y ser pacientes.
Gracias a Drew Hays por la fotografía.
Related Posts
Embaraza2
Es indiscutible que durante el embarazo el papel protagonista es el de la mujer...
Convivir con la depresión
La depresión se está configurando como una de las enfermedades más frecuentes en...
¿Cuánto influyen las redes sociales en tus relaciones?
La tecnología ha entrado de lleno en nuestras vidas influyendo directamente en el...
«Cuando me quiero morir…», la depresión.
PSICOLOGÍA EN PEQUEÑAS DOSIS; Algunos pacientes que sufren depresión me cuentan...