Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Sobrevivir al confinamiento con niños en casa.
Yo tengo dos peques en casa, de 8 y 4 años, que llevan más de 15 días sin salir a la calle.
Me está sorprendiendo lo bien que se están adaptando a la situación.
¡Creo que lo llevan bastante mejor que yo!
Apenas se quejan, se les ve felices, entienden perfectamente que no se puede salir a la calle y, bueno, más allá de tener algo más de alboroto en casa y de las peleas que hay siempre entre hermanos, la cosa está fluyendo bastante bien.
Los niños y niñas tienen una maravillosa capacidad de adaptación.
Creo que hay dos motivos principales que justifican el sorprendente bienestar ante esta extraordinaria situación: el primero es que pasan 24 horas al día con sus padres. Y no hay cosa que deseen más los niños que compartir más tiempo con sus padres y tener su atención. Y el otro punto que favorece la dinámica familiar es la falta de prisas y de horarios rígidos. Ya no es necesario andar corriendo de un lado a otro, mirando continuamente el reloj y metiendo prisa a los niños para llegar a tiempo al cole, a las extraescolares, a la hora del baño,…
Ahora me gustaría contaros lo que estoy tratando de hacer con los niños en casa para llevar lo mejor posible el encierro.
COMPRENSIÓN Y EMPATÍA
Hasta ahora, como os he comentado antes, la convivencia con los niños ha fluido razonablemente bien. Pero soy consciente de que vendrán más situaciones de tensión.
Porque esta vivencia es anormal, y lo normal es que tengamos momentos que nos superen, que la paciencia nos abandone, que los niños expresen su frustración con malas conductas, que se muestren inquietos o enfadados, que se vuelvan más exigentes o que se alteren patrones ya adquiridos como el del sueño.
Entender que este escenario es más que probable nos puede ayudar a prepararnos para ello. La comprensión y la empatía tanto para los niños como para nosotros, son herramientas fundamentales para solventar los conflictos que puedan ir surgiendo.
Observa a tu hijo, trata de entender cuál es el motivo por el que está teniendo un peor comportamiento y busca alguna manera de ofrecer alivio a aquello que necesita. Puede tratarse de aburrimiento, de necesidad de atención, de miedo o de inquietud por “moverse”.
Los padres y madres acabamos siendo un elemento fundamental para la regulación emocional de nuestros hijos e hijas. Si esta condición ya es muy exigente en condiciones normales, en las circunstancias actuales puede suponer un esfuerzo titánico.
En caso de estar los dos padres presentes en casa, recomiendo que de vez en cuando se echen un quite el uno al otro. Si uno está sobrepasado por una situación en un momento dado, puede ser recomendable que el otro intervenga para ayudar a gestionarlo y el otro se retire. También en la medida de lo posible, tratar de que que ambos cuidadores tengan la posibilidad de desconectar de los niños y obligaciones durante breves períodos de tiempo (un rato de lectura a solas en el dormitorio, un baño relajante, una conversación entre adultos, etc.)
RUTINAS FLEXIBLES
Todos llevamos semanas recibiendo información sobre la importancia de las rutinas para sobrellevar esta situación. Yo misma lo he recomendado en mis anteriores entradas del blog: «Yo me quedo en casa» y Primeros auxilios emocionales en tiempos de coronavirus.
Con los niños, las rutinas son especialmente necesarias, y pueden incluir actividades de distinto tipo (tareas para el cole, tareas de casa, aseo, juegos, actividad física, tiempo libre y tiempos para tecnologías como tablet, tv, ordenador o videoconsolas).
Un punto importante es que los niños conozcan esas rutinas y qué es lo que se espera de ellos. Cuando comienza el día yo suelo explicarles qué vamos a ir haciendo a lo largo de ese día.
Otro punto aún más importante es el ser flexible con esas rutinas. No es necesario que los horarios sean rígidos, tenemos mucho tiempo por delante para cumplir con todo. Por ejemplo, si tenemos la rutina de quitarnos el pijama y cambiarnos de ropa después del desayuno, y al niño o niña no le apetece, antes de generar un conflicto, se le puede pedir un compromiso de hacerlo en un momento posterior. Cuando tenemos que ir al colegio, no cabe esta negociación, pero ahora las circunstancias en nuestra dinámica no son tan rígidas y es posible cierta flexibilidad. Yo sello los tratos con los niños con un apretón de manos, alguna carantoña y la explicación de que “esto ahora lo podemos hacer, pero cuando empiece de nuevo el cole, no”.
TAREAS DEL COLEGIO EN CASA
En el colegio, sobre todo con los más pequeños, el aprendizaje se realiza a través del juego, de la música y del movimiento y tienen disponibles un montón de recursos materiales.
Los niños están rodeados de sus compañeros, todos saben lo que toca hacer en cada momento y se imitan. Forman parte de un grupo y el grupo contribuye a la motivación de los niños para implicarse en las tareas y actividades que realizan en clase. Y no nos olvidemos de los profesores, que son profesionales súper preparados para conectar con los niños y transmitir conocimiento.
¿Qué os quiero decir con todo esto? Que en estos momentos lo que prima es tener una convivencia agradable y para ello se necesita flexibilidad. Bastante dura es ya la situación como para añadir tensiones adicionales. Tenemos que asumir que ni somos profesores, ni tenemos tantos recursos, ni los niños se encuentran en la dinámica grupal que ayuda a que participen activamente en las tareas. Además, muchos tenemos otras circunstancias que atender a la vez: otros hijos, tareas de casa o nuestro trabajo. Compaginar todo esto puede convertirse en todo un ejercicio de malabarismo.
Es aconsejable que hagan las tareas, ¡claro!, pero debemos integrarlo dentro de la rutina, en la medida de lo posible ponerle un matiz lúdico, utilizar el reforzamiento positivo (yo suelo tirar mucho de comentarios graciosos alabando una habilidad) y ser flexibles con lo que como padres podemos hacer y con las tareas que los niños realizan cada día.
ACTIVIDAD FÍSICA
Los niños tienen muchísima energía. Pueden pasarse el día entero correteando y saltando. Y muchas de nuestras viviendas no están adaptadas para aguantar tanto trote.
No podemos tenerles toda una mañana sentados haciendo tareas o viendo la televisión. Al rato acabarán dando saltos en el sofá o subiéndose a las mesas.
Yo os propongo que busquéis, dentro de vuestras rutinas, actividades que incluyan música y movimiento. Si dirigís vosotros un poco estas actividades de más movimiento, contribuimos a que gasten parte de esa energía que tienen y evitamos accidentes y destrozos por casa.
Si hacéis algo de ejercicio en casa, podéis pedirles que se unan a vosotros, podemos ponerles música que puedan bailar, ataques de cosquillas, jugar con globos o pelotas de papel o recorrerse la casa jugando a ser distintos animales; ¡imaginación al poder!
JUEGOS Y CREATIVIDAD:
Seguramente muchos de nosotros estamos jugando y dedicando más tiempo a nuestros hijos que de costumbre.
La creatividad e imaginación para sacar adelante cada día van a ser muy necesarios.
Recupera los juegos y juguetes que muchas veces tienen olvidados en los armarios, recicla materiales para hacer manualidades o crear más juegos y aprovecha a sacar ideas de todas esas informaciones que van circulando por los chats de whatsapp, por las redes sociales y por internet (soy consciente de que a veces nos llega tal cantidad de información que acabamos saturados. Decide a qué le quieres prestar atención y cuándo e ignora el resto).
COMUNICACIÓN
En este apartado os quiero explicar varias ideas:
- Es recomendable controlar la información a la que están expuestos los niños. Cuidado con los informativos, la radio y los audios que escuchamos y ellos también pueden oír. “No necesitan conocer cuántas personas han fallecido en las últimas horas o el número de contagiados”.
- Somos nosotros los que debemos ofrecerles información sobre la situación que estamos viviendo, pero ajustada a su edad y a su nivel de comprensión. En esta tarea, es mejor utilizar frases desde una perspectiva positiva. Recalcar que esta situación es temporal, que acabaremos retomando nuestras rutinas, que podrán volver al cole, al parque y a jugar con sus amigos. Explicarles la ya extendida idea de “nos quedamos en casa para salvar la vida a otras personas, como si fuéramos superhéroes”.
- En caso de que algún familiar, dentro o fuera de la casa, esté enfermo es recomendable explicárselo a los niños (de nuevo con contenidos adaptados a su nivel de comprensión), sobre todo cuando son los suficientemente mayores para entender que algo está pasando.
- Mostraos disponibles para aclarar cualquier duda o curiosidad que tengan sobre esta situación. Si les resulta difícil expresarse con palabras, dibujar y pintar puede ayudarles en esa tarea. No menosprecieis sus miedos o preocupaciones. Es normal que las tengan, igual que las tenemos los adultos. Les podemos escuchar, explicarles que les entendemos para que se sientan comprendidos y añadir algún comentario que les ayude a sentirse más seguros o protegidos.
Si por desgracia os veis en la situación de tener que informar a un niño sobre la muerte de algún familiar o conocido, os dejo este enlace para ayudaros en esa difícil tarea: Cómo hablar de la muerte a un niño/a. El duelo en la infancia.
Los padres y madres tenemos todo un reto por delante para afrontar este periodo de confinamiento. Tratemos de estar unidos y ayudarnos los unos a los otros. Si este material te ha resultado útil, difúndelo entre tus conocidos.
Y si alguien tiene alguna duda o necesita hacerme alguna consulta os dejo mi contacto: tlf 620 93 05 61 y miriamps@decidepsicologia.com .

Related Posts
Las 10 reglas de oro para construir Resiliencia
Establece relaciones sociales positivas. No veas las crisis como...
Cómo hablar de la muerte a un niño/a. El duelo en la infancia.
La muerte de un ser querido es un hecho difícil de asimilar. Puede suponer un...
GRACIAS
Ya tenemos encima la Navidad, y esta época se presta a acercarnos más a nuestra...
Las capacidades del recién nacido
Cuando esperamos la llegada de un bebé a nuestras vidas, a los padres nos gusta...